Diario de Burgos - 10/09/2011
El reloj marcaba poco más de las cinco de la tarde cuando un joven de la localidad vio las primeras señales de humo. Rápidamente advirtió a los vecinos de una vivienda cercana y juntos trataron de sofocar las primeras llamas, cuyas causas se desconocen y que se produjeron en un terreno situado junto al Priorato y la fuente del mismo nombre. Nada pudieron hacer con sus medios. El fuego entró en la finca por una parra seca y rápidamente prendió en el inmueble del siglo XV, que fue devorado por las llamas.
Ya habían llamado a los servicios de emergencias, que fueron llegando poco a poco para acabar con el incendio, pero sobre todo, para evitar que el fuego se propagase a las viviendas situadas en su entorno y por las que sus propietarios temieron desde el primer momento. El Priorato, datado en el siglo XV y que perteneció al Monasterio de San Salvador de Oña, se enclava en el casco antiguo de la localidad, donde todas las casas tienen la estructura de madera. Una de sus propietarias, Pilar Ortiz, sufrió un ataque de ansiedad y precisó de atención médica en el Centro de Salud.
Mientras, vecinos de la calle El Priorato echaban agua a sus tejados para colaborar con los efectivos que mitigaban las llamas y planeaban pasar la noche alerta en sus casas para vigilar, por si algún rescoldo volaba hasta sus tejados. De hecho, durante las tareas de extinción, una chispa voló a un cobertizo cercano y prendió el tejado, pero las llamas fueron apagadas rápidamente. Muchos vecinos junto a trabajadores y responsables municipales colaboraron con los bomberos voluntarios de la Diputación Provincial llegados de Medina de Pomar y de Oña y con los efectivos del operativo de incendios forestales de la Junta de Castilla y León. El operativo, en el que también intervino la Guardia Civil, seguía trabajando a las diez de la noche.
DIFICULTADES
Eso sí, en el camino también se encontraron alguna dificultad, como el hecho de que la boca de incendios ubicada en el patio del Colegio Tesla, justo al lado del Priorato, estuviera rota. Ello obligó a cargar los camiones de agua en otra zona y realizar viajes constantemente con los camiones autobomba. Asimismo, un camión pluma de la Mancomunidad Ebro-Nela también se sumó a los efectivos y sirvió para que los bomberos subieran a su cazo y pudieran trabajar en una de las fachadas en altura sin tener que subirse a escaleras, como sucedía en otras zonas del edificio, con un amplio perímetro.
La alcaldesa, Isabel López, manifestó ayer de DB que el Consistorio enviará en los próximos días a un técnico para que realice un informe sobre la situación del inmueble con el fin de que determine si su estado es de ruina. Este informe también servirá para que los propietarios del inmueble tomen las necesarias medidas de seguridad con el fin de evitar accidentes con un edificio que estaba en muy malas condiciones de conservación y que ha quedado destrozado.
Ya habían llamado a los servicios de emergencias, que fueron llegando poco a poco para acabar con el incendio, pero sobre todo, para evitar que el fuego se propagase a las viviendas situadas en su entorno y por las que sus propietarios temieron desde el primer momento. El Priorato, datado en el siglo XV y que perteneció al Monasterio de San Salvador de Oña, se enclava en el casco antiguo de la localidad, donde todas las casas tienen la estructura de madera. Una de sus propietarias, Pilar Ortiz, sufrió un ataque de ansiedad y precisó de atención médica en el Centro de Salud.
Mientras, vecinos de la calle El Priorato echaban agua a sus tejados para colaborar con los efectivos que mitigaban las llamas y planeaban pasar la noche alerta en sus casas para vigilar, por si algún rescoldo volaba hasta sus tejados. De hecho, durante las tareas de extinción, una chispa voló a un cobertizo cercano y prendió el tejado, pero las llamas fueron apagadas rápidamente. Muchos vecinos junto a trabajadores y responsables municipales colaboraron con los bomberos voluntarios de la Diputación Provincial llegados de Medina de Pomar y de Oña y con los efectivos del operativo de incendios forestales de la Junta de Castilla y León. El operativo, en el que también intervino la Guardia Civil, seguía trabajando a las diez de la noche.
DIFICULTADES
Eso sí, en el camino también se encontraron alguna dificultad, como el hecho de que la boca de incendios ubicada en el patio del Colegio Tesla, justo al lado del Priorato, estuviera rota. Ello obligó a cargar los camiones de agua en otra zona y realizar viajes constantemente con los camiones autobomba. Asimismo, un camión pluma de la Mancomunidad Ebro-Nela también se sumó a los efectivos y sirvió para que los bomberos subieran a su cazo y pudieran trabajar en una de las fachadas en altura sin tener que subirse a escaleras, como sucedía en otras zonas del edificio, con un amplio perímetro.
La alcaldesa, Isabel López, manifestó ayer de DB que el Consistorio enviará en los próximos días a un técnico para que realice un informe sobre la situación del inmueble con el fin de que determine si su estado es de ruina. Este informe también servirá para que los propietarios del inmueble tomen las necesarias medidas de seguridad con el fin de evitar accidentes con un edificio que estaba en muy malas condiciones de conservación y que ha quedado destrozado.
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