El Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) ha reclamado por vía judicial al Ceder Merindades y los ayuntamientos de Oña, Trespaderne, Cillaperlata, Merindad de Cuesta Urría, Medina de Pomar, Villarcayo y Merindad de Valdeporres 52.000 euros «por el alquiler de los tramos» que corresponde a cada municipio de la futura Vía Verde del Santander-Mediterráneo. Unas obras que «ni siquiera han empezado», razón por la cual los alcaldes de los pueblos se niegan a pagar, explicó la alcaldesa de Villarcayo, Mercedes Alzola.
La demanda interpuesta por Adif en el Juzgado de Villarcayo se corresponde con los pagos que los municipios debieron realizar y no hicieron desde el año 2008, 4.900 euros, y los 15.000 anuales de cada ejercicio entre 2009 y 2011, más lo que llevamos de 2012, más los incrementos correspondientes al IPC de cada año.
El convenio firmado en 2008 entre Adif y el Ceder Merindades establecía que este segundo organismo, a través de los ayuntamientos, pagaría un alquiler al primero para ceder los terrenos al Ministerio de Medio Ambiente y que éste realizara la obra de la Vía Verde. Sin embargo, cuatro años después no hay indicios de que la actuación se lleve a cabo, razón por la que los alcaldes se negaron a pagar. Ahora, Adif reclama las cantidades y la anulación del convenio.
El caso es que la voluntad de las partes es ejecutar el proyecto, pero factores «externos», explicaba Alzola, lo están retrasando y lo que los ayuntamientos no están dispuestos «más en estos tiempos es a pagar por algo que no tenemos», recordaba la edil.
Y es que la obra se ha ido retrasando año a año «por diferentes motivos», subrayaba Alzola. El primer parón se produjo para realizar un estudio geotécnico que garantizara el trazado; posteriormente fue un vecino de la zona el que reclamó que la vía no pasara por una finca de la que era propietario. Villarcayo «es la población a la que más se reclama», recordaba Alzola, con una deuda que supera los 20.000 euros.
Los alcaldes no lo ven demasiado claro ahora. Las dificultades económicas y los recortes hacen que no sólo los ayuntamientos se replanteen continuar; el mismo Ministerio de Medio Ambiente tendría que hacer frente a una inversión de 4,5 millones de euros para acondicionar los 60 kilómetros de Vía Verde que completará el trazado burgalés del Santander Mediterráneo.
Engaña, Bureba y Burgos
En cualquier caso, si finalmente el Gobierno convoca el Plan Reindus de dinamización económica y de medidas para el empleo para la zona de influencia de la central nuclear de Santa María de Garoña, el proyecto entraría en las líneas de financiación, como ya se hizo en los años anteriores.
En estos momentos ya están acondicionados seis kilómetros entre Santelices y el túnel de La Engaña, al norte de Las Merindades y otro tramo de 14 kilómetros entre Burgos, Modúbar de la Emparedada y Cojóbar, al sureste de la capital. En la Bureba las obras se realizan entre Quintanilla Vivar y Castellanos de Bureba.
La ruta norteña termina en el túnel de la Engaña, que nunca fue utilizado y hoy se encuentra abandonado a causa de sus derrumbes interiores y sus permanentes inundaciones. Tiene casi siete kilómetros de longitud y es uno de los mayores de Europa en su exterior, y casi derruido, se puede ver el poblado que sirvió como residencia de los obreros.
Fuente: http://www.elcorreodeburgos.com